Dentista para niños: Conviertete en uno

Estudiar Odontología es la opción perfecta para aquellos que tienen una vocación hacia el servicio y desean ser parte del mejoramiento de la calidad de vida de muchas personas. Pero, un dentista para niños es alguien que no sólo quiere ayudar a los demás, sino que también quiere educar a los pequeños para que tengan una buena salud bucal.

La carrera de Odontología brinda a los estudiantes conocimientos para que sean capaces de diagnosticar, planificar y dar una atención integral a personas con padecimientos o alteraciones en sus dientes y boca.

Éste tiene la capacidad de desarrollar y promover métodos de cuidados e higiene bucal y también de alimentación saludable para la prevención de enfermedades.

Un dentista para niños es todo esto ya mencionado, pero con otros factores agregados que lo hacen un especialista para atender desde recién nacidos hasta jóvenes. Es importante aclarar que la anatomía de la boca no es la misma para niños y adultos, a ello se debe su relevancia.

Si quieres conocer cómo puedes convertirte en un dentista para niños en este contenidos te daremos las directrices para que puedas alcanzar este objetivo. Eso sí, antes definamos qué es realmente un dentista pediátrico. ¡Empecemos!

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¿Qué es un dentista para niños?

Estos especialistas son aquellos que se dedican exclusivamente a la salud bucal de pacientes que van desde recién nacidos hasta las primeras etapas de la adolescencia.

Por ello, son capaces de atender situaciones relacionadas con los dientes, encías y la boca de los niños en todas las etapas de su crecimiento.

Además, los dentistas para niños saben cómo lidiar y examinar correctamente a un pequeño para que se sienta a gusto, teniendo en cuenta que, al ser procedimientos poco habituales, los bebés e infantes de corta edad pueden sentirse incómodos.

Asimismo, un odontólogo pediátrico entiende la importancia de acondicionar su consultorio y usar aquellos equipos especialmente hechos para atender a seres humanos en pleno desarrollo.

Un dentista para niños ofrece una gran variedad de tratamientos y procedimientos (que mencionaremos más adelante) que lo certifican para atender correctamente a los pequeños.

Entonces, ¿Cómo se puede convertir una persona en un dentista para niños? ¡Descúbrelo!

Pasos para convertirte en un dentista para niños

Ahora bien, en términos prácticos es necesario completar dos etapas para poder entrenarse, tanto en conocimientos teóricos como en habilidades técnicas y ser capaz de diseñar, planificar y ejecutar procedimientos de rutina o avanzados con respecto a la salud bucal de un niño. Estos son:

I. Estudiar Odontología

Para poder ejercer como un dentista para niños o, lo que es lo mismo, dentista pediátrico, es necesario pasar por una escuela de Odontología y graduarse de esta licenciatura.

Esto es por razones evidentes: se necesita tener los conocimientos básicos de la disciplina médica bucal para entender a profundidad todos los aspectos inherentes a la anatomía y los procedimientos que se realizan a nivel oral para luego especializarse en niños.

Por ejemplo, en las primeras etapas de la carrera verás materias como Fisiología Humana, Anatomía de Cabeza y Cuello, Embriología, Odontología Preventiva y muchas otras más.

Todas estas asignaturas forman a los estudiantes para convertirse en un especialista en el cuidado y la atención de la salud de los dientes y, por supuesto, de la boca de cualquier ser humano.

Sin embargo, y como ya lo hemos mencionado al principio de este contenido, para llegar a ser un dentista de niños se necesitan capacitaciones extra para entender toda la fisionomía y anatomía de una persona en pleno proceso de formación.

Y éste es nuestro próximo punto. ¡Sigue leyendo!

II. Especializarse con una residencia para bebés, niños y adolescentes

Luego de egresar de la carrera de Odontología, que por lo general toma 4 años de curso, en México es necesario realizar al menos dos años de residencia de odontología para bebés, niños, adolescentes y niños con necesidades especiales.

Esto se debe a que los niños comienzan a formar los denominados dientes de leche y estos se caen a partir de los 6 años de edad.

Todo esto evidentemente tiene unas implicaciones especiales que no poseen los dientes permanentes y el dentista para niños tiene que estar capacitado para atender cualquier eventualidad o proveer de información para el buen cuidado de la salud bucal del niño o adolescente.

Con esto ya claro, es momento de mostrar aquellas habilidades y procedimientos que un dentista para niños es capaz de ejecutar y que lo diferencian de un odontólogo común.

¿Qué procedimientos hacen los dentistas para niños?

Los odontólogos pediátricos están entrenados y capacitados para ejecutar diversas atenciones con énfasis en la salud bucal de manera integral, que incluye las siguientes:

• Realizar exámenes y consultas para evaluar la salud oral de un bebé, niño o adolescente. Asimismo, determinar riesgos de caries o infecciones
• Reparar caries o defectos congénitos
• Diagnosticar múltiples enfermedades de la boca como por ejemplo, asma, fiebre, diabetes, hiperactividad, entre otras
• Aplicar cuidados preventivos con flúor
• Brindar recomendaciones o planes alimenticios para mejorar la salud bucal e integral
• Atender luego de golpes o accidentes como fracturas de dientes, corridos o desprendimientos
• Corregir la mordida a través de ortodoncia
• Asesorar sobre malos hábitos como el uso del chupón que impide la correcta formación de la dentadura del niño.

Y éstas son sólo algunas de las actividades que un dentista para niños puede aplicar. Como ves, tiene responsabilidades que sobrepasan a aquellas que son requeridas para un adulto y por ello es que un dentista común no está del todo capacitado para atender a los pequeños.

Como has podido observar en este artículo, los dentistas pediátricos están altamente capacitados y tienen la experiencia necesaria para enfrentar situaciones en las que la salud bucal de un niño está en juego. Además, son capaces de realizar diagnósticos preventivos y brindar recomendaciones para evitar problemas futuros.

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