A lo largo del tiempo, estas carreras, tanto la Psicología como la Nutrición, han fungido como licenciaturas que se llevan bastante bien, por supuesto, esto se debe a que se complementan profesionalmente aun cuando no dependen una de la otra para ejercer.
Por un lado, la Psicología se centra en el estudio de la mente y por otro, la Nutrición se enfoca en la correcta alimentación, pero entonces ¿cómo es que pueden trabajar en equipo?
La Psicología y la Nutrición para la prevención de trastornos
Aunque estas carreras se ven inmersas en diferentes ámbitos en común, hay uno en especial que queremos tratar el día de hoy… los trastornos alimenticios.
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Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que están relacionadas con las conductas alimentarias que afectan negativamente la salud, las emociones y la capacidad de desempeñarse en áreas importantes de la vida.
Los trastornos más frecuentes en este ámbito son anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, y el trastorno alimentario compulsivo.
Normalmente, estos trastornos se manifiestan en adolescentes y durante los primeros años de la adultez, aunque esto no quiere decir que personas de otras edades queden exentas.
En este sentido, la Psicología forma parte importante para entender y tratar aquellos pensamientos que están llevando al paciente hacia este problema. Mientras que la Nutrición se encarga de realizar e inculcar hábitos alimentarios más saludables que le permitan a las personas regresar a su peso sin que sea de golpe o a base de alimentos poco favorables.
Sin duda, ambas tienen el objetivo de revertir las complicaciones graves causadas por el trastorno de la alimentación.
Detección y acción
Los trastornos alimenticios pueden ser difíciles de detectar. La falsa publicidad sobre los cuerpos ideales, junto con la visión de que hacer dieta indefinidamente es una actividad normal, pueden complicar los hábitos alimenticios de las personas.
Lamentablemente, es muy difícil para una persona con trastorno alimenticio admitir que tiene un problema, por ello es por lo que la participación de un profesional de Psicología será fundamental durante el proceso de aceptación.
Una vez detectado y admitido el trastorno, será necesario tomar acciones con el Nutriólogo (sin jamás dejar de lado al Psicólogo). Para implementar una dieta que permita mejorar la calidad de vida del paciente.
Hasta ahora, no existe una causa única, aunque se sabe que un trastorno alimenticio generalmente resulta de una combinación de factores psicológicos que incluyen baja autoestima, sentimientos de inadecuación o de falta de control, depresión, ira o soledad.
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¿Cómo te gustaría ayudar?
Ahora que tienes este contexto, ¿te visualizas dentro de la carrera en Psicología o Nutrición? Como ves, ambas trabajan bajo el mismo objetivo cuando de trastornos alimenticios se trata y, por supuesto, cada una seguirá resaltando por la rama en la que se desenvuelve.
Sin importar la opción que elijas, en Universidad La Concordia (ULC), ponemos a tu alcance ambas Licenciaturas, con la finalidad de que puedas desempeñarte en aquella que más te atraiga y llene tus expectativas profesionales.
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